Amanecía, la larga y tensa espera de la noche llegaba a su fin. Un poco de te caliente y un puñado de dátiles les servirían para coger fuerzas para la batalla que se aproximaba. Aquella mañana La Guardia de la Media Luna se enfrentaba, una vez mas, a los ejércitos cristianos.
Y una vez más contaban con la ayuda de sus aliados y amigos. La búsqueda de mercenarios había sido complicada, pero algunos de los mejores se encontraban entre sus filas. Todos, miembros de la Orden, aliados, amigos y mercenarios estaban dispuestos a dar su vida por la causa pagano-sarracena y por expulsar a los invasores de sus tierras.
La tierra estaba seca, la marcha de los ejércitos levantaba nubes polvorientas que dificultaban la visión y la respiración de las tropas que avanzaban en retaguardia. Pronto comenzaron a disponerse en orden de batalla. Los cristianos estaban a la espera, no muy lejos.
Los caballos empezaban a mostrarse nerviosos, ellos también sabían que el choque de espadas y lanzas estaba cercano. Como uno solo, lanzando gritos de guerra, todo el ejército sarraceno se lanzó a la carga. La Guardia de la Media Luna y los mercenarios en el centro, los amigos y aliados abriéndose por los flancos. El ejército cristiano aguantó la carga con valor.
El suelo se tiñó de rojo sangre y, poco a poco, se fué alfombrando de cuerpos de muertos y heridos, tanto cristianos como sarracenos. La lucha era intensa, desesperada, a muerte. El silencio de la mañana en el desierto se rompió durante horas con gritos desesperados, gritos de ánimo, gritos de júbilo, y con el sonido de las espadas y las lanzas chocando contra los escudos, las armaduras o clavándose en los cuerpos de los enemigos.
Poco a poco la intensidad de los ruidos y la agitación en el campo de batalla, fue disminuyendo, el combate llegaba a su fin. Había sido una batalla muy igualada en cuanto al número de combatientes, pero entre las filas paganas y sarracenas se encontraban guerreros de gran habilidad y destreza. Eso hizo que la balanza de la victoria se inclinase del lado de La Guardia de la Media Luna y sus aliados, una vez mas.
Honor a los caídos en combate, honor a los héroes!!! Los supervivientes se abrazaban con emoción y lágrimas en los ojos.
Gracias a todos/as por ayudarnos a conseguir una nueva victoria!!!
Y una vez más contaban con la ayuda de sus aliados y amigos. La búsqueda de mercenarios había sido complicada, pero algunos de los mejores se encontraban entre sus filas. Todos, miembros de la Orden, aliados, amigos y mercenarios estaban dispuestos a dar su vida por la causa pagano-sarracena y por expulsar a los invasores de sus tierras.
La tierra estaba seca, la marcha de los ejércitos levantaba nubes polvorientas que dificultaban la visión y la respiración de las tropas que avanzaban en retaguardia. Pronto comenzaron a disponerse en orden de batalla. Los cristianos estaban a la espera, no muy lejos.
Los caballos empezaban a mostrarse nerviosos, ellos también sabían que el choque de espadas y lanzas estaba cercano. Como uno solo, lanzando gritos de guerra, todo el ejército sarraceno se lanzó a la carga. La Guardia de la Media Luna y los mercenarios en el centro, los amigos y aliados abriéndose por los flancos. El ejército cristiano aguantó la carga con valor.
El suelo se tiñó de rojo sangre y, poco a poco, se fué alfombrando de cuerpos de muertos y heridos, tanto cristianos como sarracenos. La lucha era intensa, desesperada, a muerte. El silencio de la mañana en el desierto se rompió durante horas con gritos desesperados, gritos de ánimo, gritos de júbilo, y con el sonido de las espadas y las lanzas chocando contra los escudos, las armaduras o clavándose en los cuerpos de los enemigos.
Poco a poco la intensidad de los ruidos y la agitación en el campo de batalla, fue disminuyendo, el combate llegaba a su fin. Había sido una batalla muy igualada en cuanto al número de combatientes, pero entre las filas paganas y sarracenas se encontraban guerreros de gran habilidad y destreza. Eso hizo que la balanza de la victoria se inclinase del lado de La Guardia de la Media Luna y sus aliados, una vez mas.
Honor a los caídos en combate, honor a los héroes!!! Los supervivientes se abrazaban con emoción y lágrimas en los ojos.
Gracias a todos/as por ayudarnos a conseguir una nueva victoria!!!

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